Creemos en todas las doctrinas enseñadas en las Sagradas Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamentos, sobre todo en todas aquellas en las cuales la Iglesia fiel a través de los siglos siempre ha creído, en particular en las concernientes a la Trinidad, al plan de salvación por la gracia por medio de la fe en la persona y en la obra consumada por el Señor Jesús en la cruz del Calvario.

Creemos también, en las doctrinas pentecostales del bautismo en el Espíritu Santo, de los dones espirituales y de la dirección del Señor Jesús sobre Su Iglesia. Creemos que la Iglesia debe de estar atenta a las doctrinas contenidas en las 7 Tesis anunciadas en esta página web para que pueda vivir en santificación y en obediencia a la voluntad de Dios.

Creemos que la práctica de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras, en particular de las que se refieren a la importancia del uso de los medios de gracia -oración, ayuno, vigilias, meditación en la Palabra de Dios- son suficientes para que cualquier iglesia se despierte de la situación de somnolencia espiritual en que se encuentra, en cualquier parte del mundo.

Por este motivo no aceptamos doctrinas y prácticas basadas en experiencias particulares o en la enseñanza de algunos pastores que no tienen fundamento en la doctrina o en las experiencias relatadas en la Palabra de Dios (la Biblia) pero que se hicieron habituales en algunas iglesias carismáticas evangélicas. Además de no ser realmente bíblicas, esas doctrinas no son necesarias para que ocurra un verdadero avivamiento. Todo lo contrario, perjudican la genuina Obra del Espíritu Santo.