Un Cuerpo, una Fe

Un Cuerpo, una Fe

El nuevo nacimiento es una experiencia personal y que depende de una decisión personal del pecador en arrepentirse de su vida pecaminosa y de creer en el Señor Jesús como su Salvador. Sin embargo después del nuevo nacimiento, el pecador percibe que fue incluido por Dios en la familia de la fe, la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. Percibe que en el Cuerpo hay varios miembros, pero todos esos ejercen una función útil para la edificación común, pues no hay miembros inútiles.

El nuevo creyente percibe que, en la Iglesia, el Espíritu Santo opera a través de 9 dones espirituales (I Cor. 12:10-13) y de 5 ministerios (Ef. 5.11) para la edificación de todo el Cuerpo y que todas esas manifestaciones del Espíritu Santo son necesarias para la edificación de todos sus miembros.

En este capítulo, serán reunidos testimonios con respecto a los beneficios recibidos por los creyentes a través del funcionamiento del Cuerpo en una Iglesia bíblicamente estructurada. Será evidenciado no solamente como los diversos miembros de las iglesias locales se benefician del Cuerpo, sino también los propios pastores reciben bendiciones resultantes de la comunión con la iglesia local y con pastores de otras iglesias locales.